Iglesia Evangélica Agua de Vida de la Vaguada

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Conócenos

¡Hola! La Iglesia Evangélica Agua de Vida de la Vaguada somos personas diferentes entre sí, pero unidos por una relación viva, natural y personal con Jesucristo. ¡Cada uno como es! De forma natural. Nos juntamos para alabar a Dios, orar, pasar tiempo de compañerismo y meditar en el mensaje de la Biblia. Desde hace décadas realizamos una labor social en el norte de Madrid capital, beneficiando a miles de ciudadanos con ayuda material, orientación laboral y educativa o apoyo espiritual.

En 2004 creamos la asociación Enrédate Fuencarral para ayudar a las familias y, en especial, a los niños. También creamos “Delirante”, una agrupación desde la que celebramos eventos de ocio y culturales gratuitos en teatros, colegios, centros culturales, universidades y en nuestros locales. Para saber más de Delirante y leer nuestros artículos, entra en delirante.org.

¿Qué es ser evangélico?

Ser cristiano evangélico o protestante es tratar de vivir el cristianismo fijándonos en el Jesús de los Evangelios. Debería ser obvio que esto no tiene nada que ver con los abusos e injusticias que se cometen en el nombre de Dios.

Creemos que la Biblia se interpreta desde su contexto y que sus escritos son palabras inspiradas por Dios, que se sirvió de personas normales, con el propósito de guiarnos hoy con poder mostrándonos el amor de Jesús.

No somos perfectos ni mejores que otros, pero somos conscientes de la maldad y las contradicciones que habitan en cada uno de nosotros. Sin embargo, creemos en la Buena Noticia de que Jesús nos perdona por toda injusticia que cometemos y de que Él nos acepta. El temor al castigo queda fuera y celebramos que Cristo muere y resucita para cancelar nuestra deuda por los males que cometemos.

Por eso, creer en Jesús no es un acto meramente intelectual, sino que consiste en recibirlo como resucitado en nuestro interior. Ningún mérito ni buena obra que hagamos puede alcanzar este regalo (Efesios 2, 8-9). Recibir a Jesús nos hace nacer de nuevo y tener una relación personal con Él asombrosamente liberadora y eterna que crece día a día.

Al creer en La Biblia también afirmamos que:

  • La persona y la obra de Jesucristo es el mensaje central de toda la Biblia, que consideramos autoridad y guía para la conducta cristiana.
  • Hay un solo Dios en tres personas: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. Jesucristo, quien fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la virgen María, es Dios y hombre a la vez.
  • El Espíritu Santo descendió el día de Pentecostés (siglo I) para habitar en las personas que constituyen la Iglesia de Dios. Por eso, la Iglesia somos cada uno de los creyentes y no una institución. El Espíritu Santo nos ayuda y nos capacita para el servicio cristiano.
  • El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, pero cayó en el pecado trayendo consigo su ruina espiritual. Jesucristo murió como sustituto nuestro para pagar por nuestros pecados. Todos los que por el arrepentimiento y la fe se entregan a Él son perdonados eternamente. Jesucristo resucitó corporalmente, ascendió a los cielos y es el único mediador entre Dios y los hombres. No hay intermediarios para acercarnos a Dios y cada uno de los creyentes podemos acceder directamente a Dios, seamos hombres o mujeres.
  • Cristo es la única cabeza de la Iglesia, la cual ha recibido del Señor las prácticas del bautismo en agua y la celebración de la Cena del Señor, que consiste en compartir el pan y el vino en comunidad como símbolo que recuerda lo que hizo Jesús por nosotros en la cruz y durante toda su vida en la tierra.
  • Cada creyente verdadero ha nacido de nuevo en un sentido espiritual y está llamado a crecer en madurez, a ejercer sus capacidades para hacer bien a los demás y a dar testimonio de Cristo a otros con buenas obras y el anuncio del Evangelio de Jesucristo.

Sin más, recibe un saludo de los pastores de la Iglesia: Miguel Torralba y Kingsley Leighton.